Mientras el color del estío vuelve solitarias las calles talquinas a la hora de la siesta y el asfalto ardiente nos hace imaginar frescos charcos, la alameda permanece en el corazón de las ciudad como amable oasis gracias a sus hermosos árboles y suaves céspedes.
Cuando la Alameda se mira desde altura, su esbelto cuerpo semeja una verde cinta agitándose alegre y húmeda como un pez entre la red grisácea de calles y edificios.
La Alameda es uno de los pulmones por el cual Talca conserva su aire fresco y oloroso. Plátanos orientales, Araucarias, pinos y otras variedades, entregan su frondosidad, ebullente de voces aladas que se confunden con las risas infantiles.
Naciendo allá abajo donde el río enamora en silencio a las coquetas barcas, la Alameda se desliza ajena al tráfago urbano hasta alcanzar la 11 Oriente, donde la agitación de la feria diría la obliga a abandonar su sosiego y ensoñación.
Hace cincuenta años, la Alameda fue un paseo que reunía a las familias talquinas, especialmente en las calles 1 Poniente 1 Oriente, seguramente por la cercanía al entonces Teatro Municipal, centro de espectáculos de categoría, tanto de la ciudad como de la zona.
Hoy, son pocos los que han redescubierto el atractivo de la Alameda; ella, igual que una mujer, con la madurez se ha vuelto hermosa y con tranquiló encanto. Quienes más la disfrutan son los niños, los enamorados y los ancianos, porque vives una especial época de la existencia, apreciando cosas que están vedadas para aquellos que pasan hacia la diarias ocupaciones.
Romántica y solitaria en los días de lluvia inviernal, abanicada en el verano por la briza del rio, como una reina oriental, la Alameda con sus arboles y prados brilla con los diamantes que le regala el rocio mañanero y bosteza apaciguada por la luz amarillenta de los faroles,cuando la noche todo lo aquieta.
Uno de los lugares más hermoso de nuestra ciudad, nos espera y nos invita día a día ¿Por qué no disfrutarlo? Reposar los ojos en la pureza y mansedumbre de los árboles y de nuestro incomparable cielo talquino puede, a veces, ser mejor para quienes dependen de una píldora para consiliar el sueño.
20 de Febrero, 1993
Desde mis ojos
Amparo Pozo Donoso
Desde mis ojos
Amparo Pozo Donoso
Colección "Oleos de Talca"
"3 Norte 1 y 2 Oriente" 1985